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De la mano de las comunidades y con el apoyo de Conservación Internacional, este proceso hace parte de la meta distrital de avanzar en la protección de 3.500 hectáreas de ecosistemas estratégicos bajo el esquema de incentivos, fortaleciendo la Estructura Ecológica Principal y garantizando la seguridad hídrica de la capital.
“Muchas veces la atención está concentrada en lo urbano y en sus dinámicas, pero la ruralidad de Bogotá tiene un peso fundamental. No solo por la proporción que representa dentro del territorio de la ciudad, sino por su valor ecosistémico y por las comunidades que lo habitan, un patrimonio que debemos conservar. Estos acuerdos son una gran alternativa para lograrlo. Agradecemos a ustedes y a Conservación Internacional por estar aquí, por acercarse a la entidad y hacer parte de este compromiso”, precisó Andrea Saldaña, directora de Gestión Ambiental de la Secretaría Distrital de Ambiente.
Un trabajo conjunto con el territorio
Los acuerdos voluntarios se suscriben con propietarios y ocupantes de predios rurales ubicados en zonas clave para el ciclo del agua. Cada familia se compromete con la preservación de los ecosistemas mediante acciones de control de la frontera agropecuaria, prevención de tala y quema, y en algunos casos a realizar procesos de restauración activa o pasiva.
“Lo que queremos es contribuir a reducir la vulnerabilidad que tiene nuestra ciudad frente a los efectos del cambio climático en lo que tiene que ver con el suministro de agua. Buscamos mantener coberturas, que son muy importantes para la regulación del agua y aumentarlas a través de las acciones de restauración. Para sostener estas iniciativas, se implementan los Pagos por Servicios Ambientales que permiten realizar mantenimiento, reconocer la labor comunitaria y apoyar a las comunidades en sus mejoramientos de finca donde la naturaleza juega un papel muy importante”, señaló Patricia Bejarano, directora de Paisajes Sostenibles de Alta Montaña de Conservación Internacional.
Un hecho relevante de esta jornada es el acompañamiento de la Alcaldía Local de Sumapaz como tercero coadyuvante, para fortalecer la implementación de acciones de restauración ecológica y la promoción de prácticas sostenibles de agricultura y ganadería.
“Para nosotros, como Reserva de la Sociedad Civil, estar vinculados al proyecto de Pago por Servicios Ambientales ha sido de gran ayuda. Nos ha permitido avanzar significativamente en el proceso de cuidado, protección y preservación de este ecosistema tan valioso para nuestra ruralidad, del cual nace el agua que surte gran parte del acueducto veredal y un remanente llega al embalse de La Regadera. Gracias a este apoyo, hemos fortalecido los procesos de trabajo comunitario que desarrollamos desde la Reserva, articulados con la Junta de Acción Comunal y con la asociación de apicultores. Para nosotros es absolutamente valioso, porque los temas ambientales requieren recursos económicos para poder ser viables”, indicó Gonzálo Sanchez Castañeda, de la localidad de Usme.
¿Qué es el Pago por Servicios Ambientales?
El PSA es un incentivo económico dirigido a propietarios y poseedores de predios ubicados en áreas de especial importancia para el abastecimiento hídrico, reconocidas por las resoluciones 2332 de 2018 y 3922 de 2022.
El programa inició en el 2021, desde Ambiente Bogotá, con la suscripción de acuerdos voluntarios para proteger áreas estratégicas rurales de Bogotá que aportan a la seguridad hídrica de la ciudad. Entre 2021 y 2023, se firmaron 48 acuerdos de conservación para conservar 1.188 hectáreas en las áreas estratégicas rurales de Bogotá, en las localidades de Sumapaz, Usme, Ciudad Bolívar y Chapinero.
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