El proyecto busca implementar soluciones basadas en la naturaleza y fortalecer los páramos que abastecen de agua a más de 10 millones de personas: Chingaza, Sumapaz, Guerrero y Guacheneque. Garantizar su conservación, promover prácticas productivas sostenibles y aportar bienestar a las comunidades locales es clave para lograr la regulación hídrica de la que depende Bogotá y los municipios vecinos.
El taller de arranque contó con la participación de más de 20 actores institucionales —entre ellos el Gobierno Nacional, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Departamento Nacional de Planeación, la Alcaldía Mayor de Bogotá, Conservación Internacional Colombia, ANDI, IDEAM, Instituto Humboldt, Parques Nacionales Naturales, The Nature Conservancy (TNC), WRI, Fondo Acción y organizaciones comunitarias locales— y marca el inicio de una iniciativa mucho más amplia que convoca a múltiples aliados nacionales e internacionales por el agua de la región.
La coordinación entre todos los actores, alineados en una misma visión por la sostenibilidad del abastecimiento de agua para la capital y los municipios aledaños, es fundamental. Trabajar en conjunto, desde una perspectiva global y local, nos permite comprender mejor el valor del territorio.
Cuidar el agua es cuidar nuestro futuro.