Por su parte, Carlos Costa, vicepresidente de Conservación Internacional Colombia, enfatizó:
“Lo más valioso de Pacto Hylea es que demuestra que se puede mantener o incrementar la productividad siendo, a su vez, un huésped generoso con la biodiversidad. Pueden convivir ambos y así hay un gana-gana: gana la biodiversidad, gana el productor y gana el planeta”.
Los resultados también se reflejan en las comunidades. Camilo Pascuas, del grupo de monitoreo comunitario Jaguarundí (Rivera, Huila), compartió:
“Nos enseñó a pensar en grande, a pensar en la ciencia ciudadana. Para mí, Pacto Hylea me ha cambiado la vida, me permitió conectar con mi pasión, la fotografía, y usarla para el monitoreo ha marcado un antes y un después. Antes éramos islas independientes, hoy estamos conectados. Puedo decir que soy huilense, pero también andino-amazónico gracias al Pacto Hylea. En lo profundo de mi corazón noto que Pacto Hylea cambia vidas”.
En esa misma línea, Adelaida Cano, directora del Programa Paisajes Sostenibles de IDH Colombia, subrayó:
“Si aunamos esfuerzos logramos más impactos, y con el enfoque de paisaje buscamos que todos los actores participen y trabajen de la mano: comunidades, productores y organizaciones de base. Los retos siempre estarán en la coordinación, pero Pacto Hylea se destaca por la buena comunicación entre los actores”.
Finalmente, para Edna Calderón, directora del Comité de Cafeteros del Huila, es claro que:
“Tenemos un lineamiento y es trabajar de la mano de todos los actores para trabajar la parte ambiental y mejorar las prácticas sostenibles de nuestros productores”.
El Pacto Hylea sigue adelante, consolidando su presencia en el Huila y reafirmando su papel como motor de conservación y desarrollo sostenible en el territorio
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