Durante los días de intercambio, experiencias de campo y colaboración, el Taller Regional de Intercambio de Lecciones Aprendidas en la Restauración de Arrecifes de Coral se convirtió en un espacio para la acción conjunta. El evento, desarrollado los días 22 y 23 de mayo, fue más que un taller: una conmemoración del compromiso colectivo por la vida marina, una conversación honesta sobre lo aprendido y una mirada crítica y compartida hacia el futuro. Desde las guarderías submarinas hasta el nuevo laboratorio de reproducción sexual de corales, la región demostró que restaurar los arrecifes no solo es posible, sino urgente.
Tejiendo un plan regional desde la experiencia
El primer día fue escenario de una jornada académica en la que se presentaron experiencias de todos los países invitados, abordando temas como gobernanza marina, economía azul, políticas públicas de conservación y los retos del financiamiento sostenible para la restauración coralina.
Durante esta sesión, se avanzó de manera conjunta en la elaboración del borrador del Plan de Acción Regional para la Restauración de Arrecifes de Coral, un instrumento orientador que busca establecer líneas estratégicas, indicadores compartidos y compromisos concretos entre los países participantes. Este plan tiene como objetivo principal fortalecer la cooperación regional a través del intercambio de experiencias basadas en la ciencia, promoviendo enfoques adaptativos, soluciones efectivas y aprendizaje colectivo para enfrentar los desafíos comunes de la región.
Desde Colombia, Fabio Arjona, Vicepresidente de Conservación Internacional Colombia, señaló:
“La restauración coralina debe entenderse como un proceso tanto social como ambiental. Incluir a las comunidades desde el inicio, fortalecer el liderazgo de las autoridades ambientales y generar información útil para la toma de decisiones son factores esenciales para lograr impactos sostenibles y de largo plazo.”
Una inmersión en la acción
El segundo día comenzó en el muelle del Rodadero, donde los participantes abordaron embarcaciones rumbo al Centro de Vida Marina. Las palabras de bienvenida de organizaciones como el Centro de Vida Marina, Conservación Internacional Colombia y CAF - Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe marcaron el tono del día: cooperación, ciencia aplicada y conexión con el territorio.
La jornada continuó con un recorrido práctico por distintas estaciones de trabajo, donde los participantes conocieron de cerca técnicas como la fragmentación y microfragmentación coralina, y la gestión de guarderías in situ, entre otras. Fue un espacio para transformar la teoría en práctica, donde el trabajo de los “jardineros de coral” cobró vida frente a científicos, técnicos y representantes institucionales de los diferentes países.
Por su parte, Erick Castro, Ejecutivo de la Gerencia de Acción Climática y Biodiversidad Positiva del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, destacó que la apuesta de CAF por la economía azul sostenible va más allá de la acción oceánica. Este enfoque busca responder a los desafíos ecológicos, demográficos, energéticos, productivos, tecnológicos y climáticos que enfrenta la región.
Reflexiones críticas con esperanza
El profesor Héctor Reyes, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, México, hizo un llamado a ampliar la mirada sobre la restauración coralina. Señaló que, pese a que los arrecifes ofrecen servicios clave como la protección costera, pocos proyectos de restauración consideran de forma explícita impulsar ese objetivo.
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