El monitoreo climático participativo consiste en que los mismos productores registran variables como precipitación, humedad relativa y temperatura directamente en sus fincas. Esta información, combinada con procesos de formación, les ha permitido identificar riesgos agroclimáticos y tomar decisiones más informadas, especialmente en cultivos como el café.
Hernando Sánchez, caficultor de la vereda Bajo Corozal en Gigante, relató cómo el registro constante de datos ha sido clave para adaptarse a los nuevos patrones del clima:
"Antes esperábamos las lluvias fuertes en marzo o noviembre, pero ahora todo ha cambiado. Este año, por ejemplo, prácticamente todo el primer semestre fue lluvioso. Eso afectó la floración del café, la fertilización y hasta la siembra de árboles, por el exceso de humedad."
Durante el encuentro, también se reconoció el compromiso de quienes, desde sus predios, han sostenido el proceso de recolección de datos. Gracias a su labor, hoy se cuenta con gráficas y mapas locales que reflejan el comportamiento climático en microcuencas priorizadas. Esta información es fundamental para mejorar la planificación territorial y ya está siendo articulada con entidades como la CAM, alcaldías y empresas públicas.
Astrid Tierradentro, otra productora del municipio de Gigante, destacó el valor de contar con datos generados por las propias comunidades:
"Antes nos guiábamos por los reportes del IDEAM, pero las estaciones estaban lejos. Ahora tenemos mediciones propias, tanto en zonas altas como bajas, más ajustadas a la realidad de nuestras fincas."
Aunque la estrategia ha sido implementada inicialmente en solo siete municipios, el objetivo es extenderla progresivamente a todo el territorio del Pacto HYLEA, fortaleciendo una red de observación climática comunitaria y participativa
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Julián Alberto Jiménez, de la vereda Nazareth en el municipio de Colombia (Huila), sintetizó el espíritu del proyecto con estas palabras:
"Somos como un mini IDEAM, recolectamos datos por el bien de toda la comunidad. Esto no es solo para nosotros, sino también para nuestros vecinos y para que las autoridades puedan actuar a tiempo frente a los impactos del clima."
Más allá de los datos técnicos, el proceso ha fortalecido la apropiación social del conocimiento, generando una cultura de observación, análisis y acción frente a la variabilidad climática. Los productores no solo miden variables, también interpretan la información, elaboran gráficas y definen medidas de adaptación que ya están siendo implementadas en sus cultivos.
El encuentro concluyó resaltando el rol estratégico del Pacto HYLEA en la promoción de iniciativas como el Monitoreo Climático Participativo. Asimismo, se hizo un llamado a replicar esta experiencia en más municipios, continuar con los espacios de formación y consolidar redes de aprendizaje que fortalezcan la resiliencia de las comunidades frente al cambio climático.
El Pacto HYLEA es una iniciativa de la Gobernación del Huila, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), IDH y Conservación Internacional Colombia
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